Discurso de Chairman Cordero en TOC Americas - Federal Maritime Commission
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Discurso de Chairman Cordero en TOC Americas

Posted
October 12, 2016

Buenos días.

Es un placer estar aquí con ustedes, especialmente por que me permite discutir un tema que ha sido de gran interés para mi por muchos años – que es como podemos mejorar la integración de las economías de los Estados Unidos y América Latina

Ustedes pueden recordar que en el 2009, el presidente Obama durante sus primeros 100 días asistió a la Cumbre de Las Américas para Avanzar las políticas y las relaciones económicas entre el Norte y América Latina. El año pasado en la Séptima Cumbre de las Américas en Panamá, el Presidente reafirmo el compromiso de los Estados Unidos de ampliar las alianzas económicas con las Américas y la importancia del papel que juega el sector privado.

Este ha sido un año monumental precisamente para estar en el centro de todo lo que tiene que ver con la embarcación, el comercio y las Américas. Dos eventos se destacan por ser particularmente históricos y transcendentales: los pasos hacia la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba; y la apertura del Canal de Panamá ampliado. No me cabe duda que por varias razones el año 2016 será recordado como un periodo crucial para el comercio Estadounidense – Latinoamericano.

Cuba representa algunas oportunidades muy interesantes de turismo y de negocios para las empresas Estadounidenses. En realidad esta relación económica bilateral requerirá un gran esfuerzo para que el mayor potencial de este mercado se realice. Sin embargo, cuando las oportunidades de turismo y comerciales que se encuentran en Cuba comiencen a hacerse realidad, el mercado marítimo va a jugar un papel absolutamente esencial en el éxito de las empresas Estadounidenses que tienen negocios allí.

Además, como cada uno de ustedes saben, el Canal de Panamá que recién se amplio fue inaugurado a finales de junio. Fui muy afortunado de ser parte de la delegación oficial de Estado Unidos que presencio la celebración de este gran acontecimiento. Mis felicitaciones a todos nuestros amigos en Panamá por este gran logro. El Canal ampliado representa más que un impresionante logro de ingeniería y construcción, representa en si una forma de cambiar los patrones de comercio.

Una de las principales contribuciones que el Canal ampliado brindará, es ofrecer a los fletadores más opciones con respecto a los puertos y el periodo de tiempo que tomaría para que su cargamento entre a los Estados Unidos. La proximidad de los puertos de la Costa Oeste hacia Asia no será lo único que impulse las decisiones que determinan en que puerto se descargarán cargamentos discrecionales. Si la productividad portuaria es baja, o las tasas auxiliares son demasiado altas para los servicios prestados, los fletadores definitivamente tienen más opciones que en años anteriores.

Poco después de la ceremonia de dedicación del Canal, tuve la oportunidad de unirme a mis amigos en el Puerto de Miami para recibir la primer nave Neo-Panamax que llegaba al sur de la Florida. La llegada del “MOL Majesty” significa que Miami tiene el potencial de convertirse no solo en un fuerte puerto regional, sino que también puede competir como una vía principal portuaria nacional para el comercio internacional.

Del mismo modo, se habla de cómo los puertos en el Golfo de México ahora tienen la oportunidad de competir con las instalaciones de contenedores más tradicionales en las costas del Atlántico y Pacifico. Aunque estos puertos pronto podrán competir por los grandes buques contenedores que llegan al sudeste de los Estados Unidos después de navegar desde Asia a través del Canal, se me ocurre que la verdadera oportunidad para nuevos negocios portuarios es encontrar la manera de aprovechar el potencial de las rutas comerciales norte-sur entre los Estados Unidos y las naciones que se encuentran al sur. Después de todo, la ciudad de Mobile, Alabama, está más cerca a Cabo de Hornos que de Shanghái; y hay que tener en cuenta que ningún buque tendría que navegar tan al sur para recoger el cargamento.

La tesis de que existe un potencial de crecimiento de comercio entre los Estados Unidos y América Latina es verídica. Es una región que tiene 600 millones de personas; y donde se encuentra dos de los 15 principales socios comerciales de los Estados Unidos en América Latina. Además, a esta región se le ha llamado el “Next Global Breadbasket” o sea el próximo “granero mundial” con el poder exportar provisiones globalmente. Las oportunidades para el comercio son abundantes y las empresas de transporte están tomando nota. De hecho, la empresa naviera CMA-CGM, ha anunciado recientemente que ha establecido el servicio entre Nuevo Orleans en los Estados Unidos y los puertos en Chile, Perú y Ecuador. Esto se suma al servicio existente de América Latina realizado por compañías aéreas tales como Crowley, Hapag-Lloyd, Seabord, Maersk, y otros. No me cabe duda que estaremos escuchando más sobre empresas que están expandiendo sus servicios a América Central y América del Sur en los años venideros. América Latina, es una región de consumidores, mercados y recursos que no se ha aprovechado en gran manera. Aún más importante, se trata de una parte del mundo donde muchas de sus naciones recientemente han disfrutado de años de prosperidad, impulsada en gran parte por la demanda de China.

No es difícil ver por qué tantos países de América Latina serían socios comerciales atractivos para los chinos. Para una nación como China ansiosa por obtener recursos con una creciente clase media y alta, el petróleo, el gas, los alimentos, los metales preciosos, la acuicultura, y otros recursos que se encuentra en el hemisferio sur — son precisamente las materias primas que este país necesita desesperadamente asegurar. Era obvio que China tratará de establecer y ampliar los lazos económicos.

Por supuesto que los países de América Latina deben establecer el mayor numero de relaciones comerciales con las naciones que puedan incluyendo China. Sin embargo, ha sido mi esperanza durante mucho tiempo que las Américas del Norte, Centro y Sur-puedan encontrar maneras de aceptarse entre sí como los socios comerciales que deberían ser. Nuestros amigos de América Latina deben mirar al norte hacia los Estados Unidos, una nación con la que tienen una conexión de tierra firme.

Los beneficios del comercio con los Estados Unidos son obvios. Nuestro país tiene la economía más robusta, más fiable y más estable del mundo. Mientras que algunos dirían que nos hemos convertido en una sociedad excesivamente litigiosa, esto simplemente es una demostración del fuerte estado de derecho que garantiza la bienvenida a aquellos que hacen negocios y la opción de rectificar cualquier asunto en caso de que existiera una disputa. Los consumidores estadounidenses están mas consientes del proceso de abastecimiento ético y responsable, lo que significa que las empresas están siendo cada vez más cuidadosas con la protección del medioambiente y los trabajadores en sus instalaciones. En resumidas cuentas las Américas están literalmente unidas entre sí. Podemos ser dos continentes, pero somos una región con muchas conexiones significativas más allá de lo que nos imaginamos. Estas conexiones estrechas entre los Estados Unidos, México, América Central y América del Sur no son sólo comerciales, en muchos casos, son en realidad familiar.

Por lo tanto no hay dos regiones más adaptadas al intercambio comercial entre sí que los Estados Unidos y América Latina. El hecho que Estados Unidos tiene acuerdos de libre comercio con 10 de los 20 países de América Latina, provee la base para impulsar las relaciones comerciales hemisféricas a nuevas metas que sean mutuamente beneficiosas.

La evolución de la asociación comercial de Estados Unidos-México demuestra los beneficios potenciales que se obtienen al establecer y ampliar las vías de comercio norte-sur. Las economías de México y América se han integrado, y no sólo a nivel regional a lo largo de la frontera suroeste, sino que también a un nivel nacional. De hecho, un aspecto importante del comercio de Estado Unidos y México, es el intercambio de la producción que se lleva a cabo a través de las cadenas de suministro regionales en ambos lados de la frontera. La ciudad de Estados Unidos que más exporta a México es Detroit. ¿Por qué Detroit? Por que todas las partes y componentes que se usan en la fabricación de automóviles viajan de un lado a otro entre los Estados Unidos y México. Ustedes saben, que el 80% de las exportaciones de México van a los Estados Unidos, pero muchas de esas exportaciones son como el comercio de piezas de automóviles, cada vez que un componente cruza la frontera de norte a sur, o de sur a norte, se agrega valor.

En realidad, las empresas de ambos lados de la frontera no sólo están colaborando para “ganar y ganar”, sino que también están trabajando en colaboración para construir productos. Esto no significa que es un trato comercial donde los Estados Unidos sólo está interesado en la extracción de los recursos naturales de México para materia prima y convertirlos en productos en sus propias instalaciones de fabricación. Todo lo contrario. Se trata de un modelo que ha ayudado a crear puestos de trabajo, ha brindado capacitación, ha creado oportunidades para el crecimiento económico, y asistido con el desarrollo de las comunidades.

Aunque puede ser difícil para los países de América Latina duplicar todas las ventajas del intercambio comercial y de manufactura de Estados Unidos y México porque no comparten una frontera con los Estados Unidos, los beneficios de incrementar los lazos económicos y comerciales son mayores que si se evitara dicha oportunidad.

Aparte de los acuerdos comerciales y la promoción, es en realidad la base de la productividad portuaria y la cadena de suministro que moverá los cargamentos, y será fundamental para unir nuestras regiones aun más. No es bueno liberalizar el comercio si el este en realidad no puede moverse a la velocidad más rápida posible y sin el menor impedimento. Aquí es donde encontramos el mayor desafío para nuestra industria –aparte de querer reducir las barreras de las cadenas de suministros.

Me complace informar de que el traslado de mercancías se está convirtiendo en un tema de interés para un grupo más amplio de los políticos y legisladores de lo que ha sido en el pasado. De hecho, hay una comprensión cada vez mayor en todos los niveles de gobierno que los problemas en la cadena de suministros crean problemas económicos y que es vital mantener altos niveles de productividad de los puertos. Estoy orgulloso de decir que la Comisión Federal Marítima reconoció desde un principio la importancia de transportar cargamentos de manera eficiente y nos hemos involucrado en el tema desde hace años. Más recientemente, establecimos los Equipos de Innovación de la Cadena de Suministro como una manera de encontrar innovaciones comercialmente viables a los problemas de congestión. Los equipos fueron creados para aprovechar las relaciones únicas que la FMC tiene con todas las partes implicadas en el traslado de contenedores marítimos. Esta iniciativa está siendo dirigida por la Comisaria Rebecca Dye, y estoy muy contento con el progreso que ha hecho en este proyecto desde que fue lanzado en febrero.

Otro tema que tiene un potencial significativo es “El de las horas de poca actividad en los puertos” y “la entrada de noche”. No hay ninguna razón por qué en los puertos más activos de los Estados Unidos no se debería estar trabajando para lograr operaciones las 24 horas del día los 7 días de la semana. Y mientras tanto se debería mantener operaciones portuarias confiables, con un horario extendido y predecible. En los últimos meses, tanto Oakland como Seattle/Tacoma, han debutado programas con horarios portuarios extendidos que proporcionan un contraste interesante con el “PierPass” o “Pase de Muelle” de Los Ángeles, tanto en términos del modelo y las tarifas aplicadas. Es demasiado pronto para sacar conclusiones sustantivas si una de estas tres operaciones representan el modelo de cómo debe operar un puerto nocturno, pero es favorable ver que los puertos están tratando de encontrar maneras de extender sus horas y aumentar su eficiencia.

Un horario extendido en los puertos es sólo uno de los pasos que las terminales marítimos en los Estados Unidos pueden implementar para mejorar la eficiencia, y no hay que dejar de buscar otras soluciones para mejorar las operaciones. Hace varios años tuve la oportunidad de visitar las instalaciones del puerto de Valparaíso, Chile. Me impresiono la eficiencia de la operación en ese lugar, a pesar que era un puerto urbano. Una de las estrategias que facilitaba su productividad era la zona de espera para los camioneros fuera de las terminales del puerto, pero los vinculaba a través de un carril dedicado a los camiones. Los camioneros tenían la oportunidad de descansar, comer, duchar y esperar cómodamente en el área de preparación antes de recoger sus recipientes a una hora determinada. Verdaderamente creo que es un modelo que debemos tratar de duplicar. Claramente, hay mucho que se puede hacer para que los puertos de los Estados Unidos funcionen de manera más eficiente y me encantaría tener la oportunidad de escuchar cualquier idea que ustedes como operadores puedan tener para que nuestros puertos sean más productivos. Soy inexcusablemente optimista sobre el potencial que existe para el crecimiento del comercio y el desarrollo económico entre los Estados Unidos y sus vecinos del sur. Tengo toda la confianza de que estamos en la cúspide de una era en que América Latina, finalmente comienza a darse cuenta del potencial que muchos de nosotros hemos creído que ha tenido durante tanto tiempo. La colaboración con los socios comerciales, como los Estados Unidos, que buscan lazos comerciales con beneficio mutuo, ayudará a generar prosperidad para los pueblos de la región. Ese futuro prometedor será realizado a través de los integrantes de nuestro negocio, y creo que no es sólo es una perspectiva muy interesante, sino que también un proyecto noble.

Gracias